Os invocan, Madre mía,
los pueblos en su aflicción;
sed, Virgen de Guadalupe,
nuestro amparo y protección.
Ave, Emperatriz del cielo,
pura y hermosa María,
de los cielos alegría,
de afligidos consuelo,
y de todo el mundo entero
gloria, honor y admiración.
A ti acuden con anhelo,
los pueblos en su aflicción;
sed, Virgen de Guadalupe,
nuestro amparo y protección.
Ave, Emperatriz del cielo,
pura y hermosa María,
de los cielos alegría,
de afligidos consuelo,
y de todo el mundo entero
gloria, honor y admiración.
A ti acuden con anhelo,
y encuentran con prontitud,
los enfermos la salud,
los afligidos consuelo:
las bendiciones del cielo
repartes con profusión.
los enfermos la salud,
los afligidos consuelo:
las bendiciones del cielo
repartes con profusión.
(Hacer con mucha fe una petición
a Nuestra Señora de Guadalupe)
Hoy, como siempre, Señora
sois alivio de los males,
refugio de los mortales
y su amable bienhechora,
y en el pueblo que os adora
vive la fe y devoción.
Reina del cielo adorada,
nuestra Madre y Protectora,
sed nuestro amparo, Señora,
sed siempre nuestra Abogada,
y en la celestial morada
dadnos vuestra bendición.
sois alivio de los males,
refugio de los mortales
y su amable bienhechora,
y en el pueblo que os adora
vive la fe y devoción.
Reina del cielo adorada,
nuestra Madre y Protectora,
sed nuestro amparo, Señora,
sed siempre nuestra Abogada,
y en la celestial morada
dadnos vuestra bendición.
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