Dios clemente y misericordioso,
que
vuestra bondad se extienda
sobre todos los Espíritus
que desean nuestras
oraciones y particularmente
sobre el alma de .........
Buenos Espíritus cuya
única ocupación
es el bien, interceded conmigo para su alivio.
Haced
que resplandezca a sus ojos
un rayo de esperanza,
y que la divina luz les
ilumine
y les haga ver las imperfecciones
que les alejan de la morada de los
felices.
Abrid su corazón al arrepentimiento
y al deseo de depurarse
para acelerar su adelantamiento.
Hacedles comprender que por su esfuerzo
pueden abreviar el tiempo de sus pruebas.
¡Qué Dios, en su bondad les dé
fuerza
para perseverar en sus buenas resoluciones!
Que estas palabras
benévolas
puedan mitigar sus penas demostrándoles
que en la Tierra hay
seres
que saben compadecerse de ellos
y que desean su felicidad.
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