El
Babalawo, el Babalocha o lyalocha lo preparan, (previa consulta con los
caracoles) y teniendo en cuenta el sexo del individuo, al que habrá de
pertenecer.
Las materias con que se fabrica un Elegguá son las siguientes:
Tierra de una encrucijada de cuatro caminos, de un bibijagüero de la Iglesia,
de una plaza, de la Audiencia, de un hospital, de una panadería, tres yerbas y
siete pedazos de los distintos palos que le pertenecen a este Orisha. Una
cabeza de Jicotea. Un palo de Osain, una piedra de Sabana (verdadero Otán de
Elegguá) y no de formación con chifera. Afoché de Orunmila, (polvos que los prepara
el Babalawo), veintinueve monedas de distintas denominaciones (medios, reales, pesetas,
dos pesetas, céntimos), productos de cambios realizados en siete bodegas con Omiero o Agua
Sagrada que contiene las de lluvia, de río de mar y agua bendita de la iglesia,
manteca de corojo, vino seco, miel de abejas, miel de Guinea, un pedacito de
carbón y sus yerbas trituradas.
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Este día antes de las doce se le tiene un rato expuesto al sol, se le unta manteca de corojo y así ya dispuesto a recibir su comida, se le vuelve a colocar en el velador, se derrama en el suelo ante él, los tres chorritos de agua de ritual para dirigirse a cualquier Orisha.
Se humedece un poco de cemento (con el que se
mezclarán todas estas
materias), se modela el rostro que representa el Orisha que son los llamados Elegguá
de amasijo.
Una vez construidas, el Santero lo entierra antes de salir el sol
en una encrucijada o cuatro Vientos (Gwágwá o de), para que su espíritu anime la
piedra y ésta
se adueñe de la fuerza interna y externa de la naturaleza. Pasado siete días
irá a buscarlo y para tapar el agujero en que estuvo encerrado, sacrificará
tres gallos giros, vierte dentro la sangre y rellena el hoyo con las aves y
plátanos, maíz, grageas y todo lo que es del gusto de Elegguá y Eshú, además de
derramar dentro un abundante chorro de aguardiente.
Al
cabo de siete días, la Piedra de Elegguá vuelve de los cuatro Caminos, con su
espíritu y vivo. El Santero, de regreso a su casa, le ofrece chiva, o un ratón,
un gallo negro, un pollo o una jutía, jamás se le ofrenda palomas, no la come,
ni tampoco las comen sus hijos,
sin embargo Eshú Ayé, las come, las gallinas con ecuó (tabú) para todos los Elegguas.
Antes
del sacrificio, el Santero le reza un credo y un Padre Nuestro. La lyalocha
está facultada para Asentar a Elegguá para lavar Omiero y bautizar su Piedra,
que es una piedra como carbón, que el mismo Omó debe encontrar en la sabana.
Pero son los hombres los que van a buscar el espíritu del Dios del Monte. En
muchos mitos de este Orisha sólo ofician hombre y el papel de las lyalochas se
reduce a presenciarlos. La legítima, la verdadera piedra de Elegguá, sólo
necesita lavarse con su ewé.
Elegguá
Eluasama, se hace con yerba pastiillo y cangrejo, este Elegguá no se lava y no se
le mira, si no cuando se le da de comer, se tiene sólo para hacer desafio.
Eluasama vuelve de revés a la gente. Aunque existe la apreciación de múltiples
devotos de utilizar el
Cangrejo, es un grave error, debido a que este animal, por caminar hacia atrás,
es atraso y por lo tanto, los hijos de Elegguá no pueden comerlo, a más de
ellos, por la circunstancia relativa a que en una ocasión, habiendo ifá, tirado
su Oltuelé a la orilla del Río, el cangrejo se lo escondió. Por respeto a
Orunmila y lo que le sucedió con el Cangrejo, muchas personas no pueden
comerlo. Ante este Orisha no se prosternan sus sacerdotes, ni fieles, como
ante Shangó, Obatalá, las diosas y dioses, rindiéndole, Odubaké, Elairidé, no
se invoca de rodillas (eshu bara kikeilo, alaroso yo ecu kama aché akué kue),
ni tampoco se le deposita las ofrendas, no se le sacrifica en esta postura.
Para
comunicarse con Elegguá, los Sacerdotes y los fieles se ponen en cuchillas,
jamás hincando en tierra una rodilla.
Se
le saluda al entrar ala casa, como el Dios acostumbra a saludar cuando baja, avanzando
un pie, se presenta y otro como y luego volviéndose de espaldas y zapateado, se
mueve con hierba la criatura.
Raramente al igual que Oggún, al posesionarse de
un hijo, abraza a los devotos en las fiestas (aguamileros o batás), también se
saluda levantando consecutivamente el brazo derecho y el izquierdo, con los puños
cerrados y antes de volverse de espaldas al Orisha y batir el suelo con los
pies (como hacen los perros con las patas traseras), se ranea la cintura, por
si acaso están presentes en el mismo velador en que éste se guarda, los
guerreros, sus compañeros inseparables, Oggun y Ochosí. Así a un mismo tiempo,
de frente se saluda a los Guerreros, a la vez que de espalda, agitando
inmediatamente el trasero, con energía, se saluda a Elegguá. La atención que
requiere un Elegguá doméstico guarda puerta, es de la forma siguiente:
Su
otán, debe alimentarse todos los lunes, que es el día que gobierna este Orisha,
o el tres de cada mes. El martes gobiernan Oggun y Ochosi, el miércoles,
Babalú, el jueves Obatalá, el viernes Shangó y Oyá, el sábado Yemayá, y Ochún
el domingo, Obatalá y todos
los Santos. Por igual estiman muchas Santeras que el lunes o el martes y todos
los días tres, están consagrados a Elegguá y a Eschú, el miércoles, a Oggún,
Ochosi y Shangó los días cuatro de cada mes, el jueves lo rige Obatalá, con los
días 8, 16 y 24, e viernes
Yemayá, con los días 7, 14 y 21 y el sábado Yalorde, con los días 5, 10 y 15 y
el domingo pertenecen a todos los Santos, los viernes dominan además Inle,
Babalú Ayé, Obbamoró y Osain.
Este día antes de las doce se le tiene un rato expuesto al sol, se le unta manteca de corojo y así ya dispuesto a recibir su comida, se le vuelve a colocar en el velador, se derrama en el suelo ante él, los tres chorritos de agua de ritual para dirigirse a cualquier Orisha.
Debe
saber rezarle en lucumí y se le pide salud y prosperidad, por lo menos en este rezo:
Elegguá
Laroye a su comache icha fefé guerra,
omi
tutua
ana
tutu,
tutu
babamí,
cosi
eún afenfo molei delcomodei.
Inmediatamente
se toman tres granitos de pimienta, se mastica bien, se llena la boca de aguardiente
y se baña la Piedra con una buena pulverización como es fumador empedernido, se
le enciende tabaco, se lanza unas cuantas bocanadas de humo y se le deja a su
lado el tabaco encendido, se procede después de esto a alimentarlo, con pequeñas
cantidades cortadas en toritos (que Elegguá consumirá poco a poco, durante la semana),
de pescado ahumado, de jutía ahumada, boletos de frijol de carita, un puñado de
maíz tostado y pedazos de coco, que se ponen dentro, alrededor de la cazuela de
barro donde invariablemente se le coloca, por último se le encenderá una vela
que arderá hasta lo último ante la puerta abierta ese día del escaparatico, o
velador, en que se guarda
el Osha. Una vez al mes, se derrama la sangre de un gallo o de un pollo negro,
o giro, que añade a su comida habitual, pero antes de presentárselo se le lavan
las patas y el pico. Muchos dueños para contentarlo lo ponen al sol, de siete a nueve de
la mañana, se le frota maíz y se le ofrenda tres cabezas de arenque cocidas al
horno con verdolaga, teté (bledo) y hojas de guayaba, las tres cabezas de
arenque, se dejarán por tres días encima de Elegguá, luego se le sacrificará un
pollito, que aún vaya tras la gallina (si puede ser robado mejor), así lo
apreciará más el Orisha.
Cuando se recompensa por algún bien recibido o para
encarecerle su protección, se le inmola un chivato negro, (que deberá ser sacrificado
por el Babalawo, o por un Achoggún (hijo de Oggun) que tiene el derecho de matar,
en ausencia del Babalawo, mediante un tributo de $ 3.15, por cada pata del animal.
El
sacrificio de un puerco, que se le promete a Eshú en la sabana, para obtener su
protección en algún empeño, es a la vez, que un acto solemne para quien le
ofrece, por lo cual, el sacrificador después de matarlo perderá su responsabilidad
como siempre diciendo:
Yo no lo maté, fue Oggún.
Al presentarle a Elegguá, las ofrendas de comidas, se
le debe de enumerar en alta voz (pues conviene que oiga bien lo que le va
dando), esto debe hacerse con todos los Orishas. Será muy conveniente que el
dueño de un Elegguá
y todo el que frecuente una casa de Santo, aprenda a dirigirse algunos saludos en
lucumí.
Elegguá
akí borá akí boyé, tori toru la ya fiyoruruaré. Alá le elé cupaché aggó meco.
Es esta una fórmula de reverencia que se emplea mucho para afirmarlo o
ensalzarlo.
Aggó
Elegguá Babaguara, aggó Elegguá abakú makú afonde tube abebenillo alanú la mú bata
omó marata, omó cuarná du acheré, omó acheré, arikú babagus, due gustó lo kún, leggu
tubbo consilaroye aki boyú babaguara Eschuború, Eschu, Boyá, Eschu bi momekeña
ofé mi, moforibale Oloddumare bara male, baba mi lowó, okú lowó, eye lowó iguarayé,
abollí kareketé.
Elegguá
alaroye, Eschu kaika laguanna, unbele kún sekún laroye, un
cheché anicano nikú Olorun.
En
todos los rezos (coriaro, cosi ikú, cosí eyó, cosi ano, cosi ofó, cosí arayé,
etc...) se le pide a Elegguá que aleje la enfermedad, la muerte, la tragedia,
el crimen, el aclaclú, la justicia y nos procure (unykún, yeún, dada), el
sustento, muerte, ira y dinero owó).
Elegguá
es el Orisha de las bromas chofé.
En
las esquinas (Eschu Bí) en los cuatro caminos Maquó Achí Kuelú, en las plazas y
mercados el Eschuilé Olowá o Kaloya, en las lomas (Aggueré), en las sabanas, (Obanigwánna,
o Alagwánna) el infortunio y la desesperanza no está exclusivamente en el monte
o la sabana, pues se pasea por todas partes, es el Anima Sola de las parejas solitarias
y hermana de Eschu Bi. Precisamente, el que sabe preparar un Eshú Alaguana, es
más fuerte que todos los Ganguleros. Un Elegguá hombre y muy sanguinario
resulta (Eshu Ogguenilebbo), es compañero inseparable de Oggún. Se aposta y
trabaja para él en las esquinas, provoca los accidentes, mata y a veces, le
basta con matar, aunque sea un perro, para que Oggun beba sangre fresca, cuando
tiene hambre (le busca la comida a
su amigo, matando).
Laroye amigo de Oshún, es que vive detrás de la puerta en
una cazuelita, Baraiñe anda con chango, Ayerú es mensajero y custodio de Ifá y
de su representante, el Babalawo, quien sin Elegguá y sin Osain (no estará
seguro). Afiagui es la confianza y la seguridad de Ifá (pues es el más famoso de la
legión de Elegguá y es el más importante de todos), porque Olofin le encomendó
que abriese y cerrase las puertas del Cementerio, es el que ordena y manda, les
dé nombre y distribuye el trabajo de los demás.
Elegguá y todos son mensajeros (chiquillos que llevan recados, que cumplen órdenes
de los mayores), niños en su mayoría, mandados por otros Elegguas más viejos de
todos y ante el cual es preciso conducirse con extremada corrección, su rostro
se talla en una piedra que tenga una base lo suficientemente ancha para poder
mantenerla en posición vertical y estable en la cazuela que le sirve de
Asiento. Este Elegguá vive (se le guarda) muy retirado en el patio, porque cerca
o delante de él, no puede hacerse ningún acto deshonesto ni desnudarse una
persona, ni hablar o realizar cosas indecentes, ni siquiera decir una mala
palabra.
Elufé es un hombre muy abundante de sus partes, tiene canchila (está
quebrado y los testículos le caen hasta las rodillas). Nunca tuvo mujer, jamás
metió mujer en su casa, hizo casa y él vivió fuera de ella siempre. A este
Elegguá viejo se le ofrenda polvo de tabaco. Alaleilú, viejo también y que es
un hombre honorífico, que se da a Elegguá, es Awó, uno de los grandes.
Oguirí
Elu, Afrá y Keneno, son ararás.
Añagui,
Alaguana y Ogguanillé son adultos (muchachos) y más muchachos y por lo tanto más
turbulentos aún. Akileyó, Eshu Bí, un poco más dócil es el jefe de los Meyis, o
Jimaguas, e inmejorable cuando le da por la vena de proteger a un Omó Baraiño Echeriké,
que anda con Osain, Alalú, Kinkoyé, Dayoyó, Akokolobiuy y Aganiká que tropieza
con todo el que encuentra y atrae a la policía. (Va a buscarla).
Osiká como
Akokoibiya, de tierra de Mina es muy aficionado a jugar con bolas de cristal o
bailar trompo y a fumar cigarrillos y Olokí, su compañero, es el más pequeño de
todos, el que vive en manigua (entre matojos) y todo lo trastoca y
confunde en Berekeño.
Obanigwanria, o Alababagwenna, Abaiké y Aloná,
sostienen un comercio continuo con los muertos.
Alábagwanna,
a quien los Aborsas la identifican como el Anima Sola la de los más desesperados
y turbios parió a Elegguá a quien de chiquito le ató las manos con una cadena y
se fue a vivir como pudo y solo se hizo grande. Oggún lo bautizó y él bautizó a
Oggún, circunstancia por la cual ambos son inseparables para todo.
En
cuanto a Eshu, lo parió Oyá y lo dejó abandonado en la manigua. Cuando pasaron
los años y Oyá quiso reconocerlo como hijo, él se negó y le echó en cara que lo
había abandonado, (Oyá es una mujer que no quiere casa ni hijos, no le gustan
los niños).
A muerte
de Elegguá, los Awós reunidos en gran asamblea, resolvieron escoger un Otan (una
piedra), que lavaron con Omiero y sacramentaron (como se hace hoy), para que el
espíritu de Eleggua viniera desde la sabana a alojarse en ella. (Su espíritu lo
encontraremos siempre en la sábana) y en la piedra lo alimentaron y adoraron.
Debido
a los motivos de Santidad, que tienen el coco y el ñame, pueden hacerse en ocasiones,
las veces de un Elegguá, pero por las circunstancias de resultar frutos de
fácil descomposición, debe tenerse en piedra incorruptible, o un muñeco de
cedro.
No obstante lo expuesto, el coco y el ñame acompañan a Elegguá, (nunca
puede faltarles a él ni a ningún Orisha), en resumen, que Elegguá está diluido
por todas partes (todos se comunican entre sí), por lo cual es necesario que el
de la puerta está satisfecho, que coma y que coma primero que nadie, como lo
dispuso Olofin, para que no entorpezca el curso normal de nuestras vidas y no
vaya a silbarle el de la esquina. Al de los cuatro caminos, al del monte, etc.,
y acudan a su llamada, se introduzcan junto en la casa y ocurra cualquier
accidente lamentable, a todos para evitar conflictos, hay que alimentarlo, pues
por la comida se encelan y es seguro que haya que sufrir las peores consecuencias.
2 comentarios:
Hola, estaba en casa de un amigo y veo k tiene sosteniendo la puerta un muñeco negro de pie recostado a una piedra, lo primero k me vino a la mente fue!!! coño eleggua!!!! Le pregunto, ¿ mijo y ese muñeco? Me dijo lo kieres y le dije x supuesto, me lo llevé a mi casa y algo me dijo vistelo como eleggua, lo ise así yl tengo en mi casa, ahora viene la pregunta ¿obre mal en vestirlo así? Y ahora k devo hacer? Le pongo algo y hablo con el, ¿k, hago? Algún entendido en la materia me puede explicar plisss
Yo quiero un eleggua pero no tengo como conseguir nada de como hacerlo. Como puedo conseguirlo me urge tenerlo conmigo
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