“Madre
mía. Guardián mío,
Madre de
todos nosotros
los que
con humildad y buena fé
te
rogamos accedas a nuestras súplicas,
intercedas
con tu gracia celestial y divina
ante Dios
Todopoderoso,
a que
sanes nuestro cuerpo,
nuestros
dolores,
Que tu
divina bendición sane
(nombrar
el malestar de cuerpo o alma),
y que
pronto tenga fuerzas y energía
para mis
labores cotidianas,
Madre
mía, Reina María Lionza,
te ruego e imploro accedas a mis súplicas,
de todo
corazón,
que sanes
mi cuerpo adolorido,
que nunca
deba recurrir a operación alguna.
Amén”.
(Esta oración debe
hacerse 3 veces seguidas, con toda fé, delante de uno de los altares dedicados
a ella.
De no poder ir a la
montaña, prepare un pequeño altar en su casa, con su imagen, dos velas blancas
pequeñas encendidas, flores perfumadas,
y un mantel blanco, con inciensos encendidos).
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