“Madre
mía, guardián mío,
madre de los humildes y desvalidos,
de los necesitados y oprimidos,
de los buenos de
corazón,
con toda nuestra fé te solicito
oigas mi
ruego, para que entre
en el esplendor espiritual de la corte
celestial,
en nombre de Dios Todopoderoso,
me envuelvas
con tu paz y armonía,
con tu amor y fortuna,
y que protejas mi casa,
mi hogar, mi familia, mi
persona, mi trabajo, mis amistades,
para que no seamos
mancillados con envidias,
mentiras, celos, maldades,
malas influencias.
Ruego, Madre Reina María Lionza,
me concedas esta petición,
y que siempre
des luz a cada uno de mis pasos,
y de los míos.
Amén.
Que así sea”.
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