¡Padre nuestro Jesús Nazareno! 
Al considerar vuestra bondad y vuestro amor para conmigo, 
un grito de gratitud sale de más labios, 
diciéndoos: ¡Jesús mío, os amo! 
Por nuestro amor bajasteis a la tierra 
y sufristeis dolores acerbísimos, 
muriendo clavado en una cruz...
por nuestro amor os disteis, como manjar, 
en el Sacramento de nuestros altares; 
por nuestro amor os manifestáis en esa Imagen bendita, 
coronado de espinas, con los ojos lánguidos 
y el rostro dolorido, símbolo de vuestro sufrimiento. 
¡Gracias, Señor! 
Y para corresponder a tantos favores 
os pido la gracia de cumplir siempre vuestra ley santa 
y de morir en vuestro amor. 
Amén. 
 

No hay comentarios:
Publicar un comentario