Si crees que estás siendo tratado injustamente o te vas a enfrentar a juicios o acusaciones falsas, en primer lugar recurre a Nuestro Padre Olofin, Jesús de la Misericordia y luego haz tu suplica a Changó, principe de la justicia. No tengas duda de que tu petición será escuchada y actuarán a tu favor para que tus problemas se solucionen.
A Jesús de la Misericordia:
Oh Padre mío,
que fuiste llevado ante Caifás y los escribas;
Tu que fuiste prendido y condenado,
escupido y humillado,
maldecido y apaleado,
te ruego que intercedas por este pecador
que se siente acosado y sometido
a un juicio injusto sin merecérselo.
Permite, oh Jesús mío,
que tu luz ilumine
el entendimiento de mis acusadores.
Tú, al que condenaron
y ni siquiera te defendiste
por tu infinita misericordia,
defiéndeme a mi ahora
y ven en socorro mío.
Arcángeles y santos,
libradme de todo mal.
Amén.
A Changó principe de la justicia:
Oh Padre mío Changó,
tu que todo lo puedes y eres justo entre los justos,
mira con buenos ojos, a este tu hijo
que viene a pedir la clemencia
que los seres humanos le han negado.
Acusado injustamente de faltas que no cometí
me veo en una dificil situación
que solo tu puedes solucionar
abriendo los ojos de los humanos
que permanecen ciegos ante la injusticia
que conmigo están cometiendo.
Abre sus ojos, alerta sus sentidos,
hazles recapacitar ante mi caso
y que resolucionen a mi favor.
No me abandones en este caso dificil,
Oh mi Padre, atiende a tu hijo,
muestra tu justicia y blande tu hacha
ante quién no respete tu deseo.
A tus pies me postro
y en ti confío.
Que sea tu deseo, tu que conoces mi causa,
el que de un resolución favorable
al problema que tanto me agobia.
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