Fue tan justo Nuestro Señor Jesucristo, que ni en los dolorosos momentos precedentes a su muerte, sufriendo los dolores de la penosa crucifixión, se olvido de los demás.
Perdonó y le ofreció el paraíso a uno de los ladrones que estaba a su lado, en esa penosa agonía.
Consoló a su Santa Madre y las mujeres que lloraban por él. "Justo Juez".
Esta oración es muy buena para situaciones de justicia, prisioneros, para salir bien librado de cortes, en fin, para los momentos de abatimiento por persecuciones.
El Justo Juez es excelente para protección, por esto es muy usual verlo detrás de las puertas de las casas o negocios. Se puede reforzar cualquier invocación o petición con una vela blanca.
"Santísimo Justo Juez,
hijo de Santa María,
que mi cuerpo no se asombre
ni mi sangre sea vertida,
donde quiera que vaya y venga,
las manos del Señor delante las tenga,
las de mi Señor San Andrés,
antes y después,
las de mi Señor San Blas,
delante y detrás,
las de la Señora Virgen María,
que vayan y vengan.