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A SANTA BÁRBARA



Oh, Santa Bárbara, vos sois;

la hija del Dios de la vida
y la mujer aquella,
que el martirio preferisteis porque,
nunca os pasó por el corazón,
renunciar a la eternidad de la vida...

y mucho menos, pasar vuestra vida
al lado de algún pagano e impío;
por ello, aceptasteis la muerte y
viajar procelosa, a la luz eterna.
 

Quizás por ello, y cuando las
tormentas cargadas de truenos
y rayos, asolan la faz de la tierra,
oraciones a vos, con fe, bastan
para que cesen ellas. 

Hoy conjusticia divina,
lucís corona de luz,
que ganasteis en esta tierra;

oh, Santa Bárbara; de las ventanas.



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